domingo, 10 de enero de 2016

La destrucción de los sacramentos. Ahora le toca al Bautismo.

"...en esta multitud, en este abanico de religiones hay una sola certeza que tenemos para todo: (pausa) todos somos hijos de Dios"
Jorge Mario Bergoglio

Bien. No.
No todos somos hijos de Dios. Solamente los que han recibido el Bautismo son hijos de Dios. Por eso es que rezamos el Padrenuestro después de recibirlo.
Siendo autorreferencial, y con licencia, digo que eso lo sé desde que cursé tercer grado y recibí el Catecismo antes de la Primera Comunión.
Y me alcanza con eso para pararme frente a todos los doctorados que vengan.

Bergoglio ya nos dijo que no cree en un Dios católico, porque no lo hay, y después organizó un Sínodo para llevarse puestos en combinación a la Eucaristía, la Penitencia y el Matrimonio.
Ahora le tocó al Bautismo. Así que ya vamos superando la "protestantización" de la Iglesia y entrando en su paganización, porque si lo pensamos esto es algo que ni Lutero.

Catecismo:
"El nuevo bautizado es ahora hijo de Dios en el Hijo Único. Puede ya decir la oración de los hijos de Dios: el Padre Nuestro" (1243)

"...la Iglesia y los padres privarían al niño de la gracia inestimable de ser hijo de Dios si no le administraran el Bautismo poco después de su nacimiento (cf CIC can. 867; CCEO, can. 681; 686,1)"(1250)

"Los bautizados "renacidos [por el bautismo] como hijos de Dios están obligados a confesar delante de los hombres la fe que recibieron de Dios por medio de la Iglesia" (LG11) y de participar en la actividad apostólica y misionera del Pueblo de Dios (cf LG 17; AG7,23)" (1270)


Catecismo Mayor de San Pio X
553 ¿Cuales son los efectos del sacramento del Bautismo?- "El Sacramento del Bautismo confiere la primera gracia santificante, por la que se perdona el pecado original, y también los actuales, si los hay; remite toda pena por ellos debida; imprime el caracter de cristianos; nos hace hijos de Dios, miembros de la Iglesia y nos habilita para recibir los demás sacramentos"


Y como nota al margen destaco el silencio, la breve pausa que hace Bergoglio en el video antes de hacer su espantosa declaración. Hay que juntar coraje para apostatar Urbi et Orbi, supongo.

Señor, líbranos a tus hijos de la perversidad de este hombre.

Y ahora quiero escuchar a los señores Obispos, a ver si tienen algo que decirnos, al menos por Misericordia, en este Año.