sábado, 14 de junio de 2014

Un poco de cine "Católicos-El Conflicto" con Martin Sheen, Trevor Howard (1973)



Las versiones conseguibles de esta película tienen muchos errores (graves desde el punto de vista doctrinal) de traducción y subtítulos, así que nos pareció que valía la pena hacer una mejor.
La imagen es muy mala, especialmente en una pantalla grande. Es lo que hay. 
hay varias versiones, con distintos cortes, no se consigue la escena del Padre General (Raf Vallone), que debe ser muy importante. 
Pero es interesantísima.
Traducción, subtítulos y subida a youtube: J., lo que es un milagro, teniendo en cuenta el analfabetismo tecnológico..
Que la aprovechen, para mayor gloria de Dios.

Comentario de Panorama Católico:
Una interesante película de 1973 con Martin Sheen.
… En un futuro cercano, la Iglesia Católica se ha reunido con otras religiones occidentales en un movimiento ecuménico que ha terminado con mucho del mensaje original de la verdadera religión. Un grupo de monjes irlandeses comienzan a decir la Misa en Latín y empiezan a tener seguidores a nivel mundial.- Martin Sheen es enviado desde Roma a solucionar el asunto.

La película está basada en el libro de 1972 “Catholics” de Brian Moore.
Catholics (The Conflict)
UK 1973
Director:
Jack Gold
Actuación:
Trevor Howard (Abbot),
Raf Vallone (Father General),
Martin Sheen (Father Kinsella),
Cyril Cusack (Father Manus),
Michael Gambon (Brother Kevin),
Andrew Keir (Father Matthew),
Godfrey Quigley (Father Walter),
Leon Vitali (Brother Donald)
Escenas memorables:

1.- Cuando el lanchero que esperaba al Padre para llevarlo al monasterio se enoja con Martin Sheen  y no le cree que sea sacerdote.
2.- Cuando Martin discute en la cocina con otro fraile y le dice que la Iglesia tiene la estructura necesaria para cambiar el orden social del mundo.
3.- Cuando Martin le dice al Abad que la Iglesia ahora enseña que se puede aceptar que la Eucaristía es una representación simbólica del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
4.- La discusión del Abad y el P. Matthew sobre la obediencia, en la noche de la vigilia.
5.- Martin haciendo yoga mañanero mientras los frailes cantan las oraciones.
Tiene otras tantas escenas memorables más. 

jueves, 12 de junio de 2014

Lo impensable II

Parece que el Arzobispo de Goiania, Brasil suspendió a un sacerdote por "bendecir" una unión entre sodomitas. En un principio nos alegramos, por los Arzobispos que perseveran en la fe y muestran coraje.
Pero la realidad es que quizás al Arzobispo le pareció que el cura iba demasiado rápido. Demasiado entusiasmado, digamos.

Este es el Arzobispo:


                                       P. Geraldo Labarrere SJ                      Arzobispo W. Cruz
                                        Con su estola Arcoiris                Con su fuente de medialunas

El de la izquierda, P. Labarrere SJ, es un activo miembro del lobby gay en la Iglesia. El Arzobispo Washington Cruz suspendió al otro cura. Habrán sido celos....quién sabe....
                                                           
No hay mucho para decir. Más allá de que nunca pensé ver cosas parecidas. Y preguntarme qué vamos a hacer mi familia y yo.
Los pastores nos han abandonado.                                          

domingo, 8 de junio de 2014

10 Preguntas al Cardenal

Publicado en Vigiliae Alexandrinae
Traducción: In Exspectatione

Carta pública al Cardenal Joao Braz de Aviz


Cardenal Braz de Aviz
Eminencia reverendísima:


nos permitimos dirigirle las siguientes preguntas con motivo de las graves cuestiones planteadas por el Comisariamiento de los Frailes Franciscanos de la Inmaculada y de la Visita Apostólica a las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada, medidas ambas dispuestas por usted. Se trata de cuestiones de universal relevancia que surgen, a conciencia, de la obligación de toda persona de buscar la verdad, particularmente en los asuntos de fe y de moral. Como el escándalo suscitado en muchos a partir del Comisariamiento de los Frailes Franciscanos de la Inmaculada y de la Visita Apostólica a las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada es público, las preguntas que emergen le serán extendidas también públicamente.

1) ¿Por qué fueron comisariados los Frailes Franciscanos de la Inmaculada? De parte del Decreto de Comisariamiento expedido por usted no es dable deducir ninguna razón. ¿Por qué? 

2) ¿Por qué usted no tuvo en cuenta la nota (29 de mayo de 2013) que le fuera enviada por el Consejo General, conjuntamente con el Procurador General de los Frailes Franciscanos de la Inmaculada, en el que se le hacían presentes -en lo que respecta a la Visita Apostólica entonces en curso - algunos hechos gravísimos, y que no tienen precedente alguno en toda la historia de la Iglesia, entre los cuales (como se lee): «la decisión [del Visitador] de proceder SOLAMENTE a través de un cuestionario escrito, evitando por completo la visita a las comunidades e incluso a los seminarios [...]; el contenido del cuestionario que, más allá de la intención de sugerir una versión "tendenciosa" de la situación del Instituto, estaba lleno de preguntas no fácilmente comprensibles para la mayoría de nuestros hermanos [...]; los resultados del cuestionario por sí mismos, sin una verificación de que lo que está escrito concuerde de veras con las convicciones de cada fraile, ¿no son poco fiables por las razones ya mencionadas?» 

3) ¿Tiene usted conocimiento de las disposiciones adoptadas por el Comisario apostólico designado por usted para conducir a los Franciscanos de la Inmaculada, por quien se impone a los frailes, entre otras cosas, el cierre de los seminarios, la suspensión de las ordenaciones y la prohibición de colaborar en publicaciones teológicas y de apostolado? Si está usted informado, ¿por qué ha avalado estas medidas, visiblemente destructivas de actividades fundamentales propias del carisma de tal Instituto, debidamente aprobado por la Santa Sede? 

4) ¿Por qué dispuso la Visita Apostólica para con las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada, es decir, de la rama femenina del instituto religioso ya comisariado por usted? 

5) ¿Por qué ha enviado como Visitadora Apostólica a una religiosa tan distante, sea por actitudes que por formación -pero sobre todo por la manera de pensar y actuar-, de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada?

6) ¿Por qué no ha demostrado la misma atención y severidad en relación con aquellos institutos religiosos en los cuales un gran número de miembros se ha desviado notablemente del carisma de los Fundadores y de la observancia de las respectivas Reglas y Constituciones? 

7) ¿Qué piensa de la Teología de la Liberación? ¿Considera compatible con la fe católica la adhesión a las tesis de la Teología de la Liberación, sobre todo después de la explícita condena con la Instrucción de la Congregación para la Doctrina de la Fe, confirmada por Juan Pablo II (6 de agosto 1984), en la que, entre otras cosas, se señalan las "graves desviaciones ideológicas"? 

8) ¿Qué piensa de la perspectiva sincretista de unificar todas las religiones en una nueva religión planetaria? ¿Es cierto que usted ha participado, dirigiendo el discurso de presentación, en el Primer Forum Espiritual Mundial, junto con representantes de sociedades espiritistas, teosóficas y masónicas? (1)

9) ¿No considera que todo proyecto de religión planetaria contradice flagrantemente el principio de que "debe ser [.. .] firmemente creída como verdad de fe católica que la voluntad salvífica universal de Dios Uno y Trino es ofrecida y cumplida de una vez para siempre en el misterio de la encarnación, muerte y resurrección del Hijo de Dios"? (Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración Dominus Iesus, 14)

10) ¿Qué piensa usted de la masonería? ¿Considera compatible con la fe cristiana la adhesión de un católico y, con mayor razón, de un clérigo a la masonería?


Corrispondenza Romana
Riscossa cristiana
Chiesa e postconcilio
Il Cammino dei Tre Sentieri
Vigiliae Alexandrinae
Giudizio cattolico
Conciliovaticanosecondo
Una Fides 
In Exspectatione (blog argentino vedi qui)

(1) Nota: Sobre el Primer Foro Espiritual Mundial, ver aquí...... y aquí

Y Aquí: "La programación del Foro comienza con la conferencia "La Construcción de una Sociedad Planetaria", del arzobispo de Brasilia, Don João Braz de Aviz. Entre los nombres ya confirmados para la edición de este año se encuentran, además: Leonardo Boff, teólogo y escritor; Nestor Masotti, Presidente de la Federación Espiritista Brasilera (FEB); Raúl de Xangô, de la Tradición Africana; Sheikh Nasser Abou Jokh, del Centro Islámico de Brasilia y Timothy Mulholland, Rector de la UnB (Universidad de Brasilia)."

Aquí, un blog de la Secta Moon sobre el evento (en inglés)






sábado, 7 de junio de 2014

EL VÍNCULO MATRIMONIAL EN EL MAGISTERIO DE BENEDICTO XVI



El vínculo matrimonial en el magisterio de Benedicto XVI

La justicia en las causas de nulidad

Hoy deseo detenerme en el núcleo esencial del ministerio del Tribunal de la Rota, tratando de profundizar en las relaciones con la justicia, la caridad y la verdad. Se ha de tener en cuenta la tendencia, difundida hoy y arraigada aunque no siempre manifiesta, que lleva a contraponer la justicia y la caridad, como si una excluyese a la otra. En este sentido, algunos consideran que la caridad pastoral podría justificar cualquier paso hacia la declaración de la nulidad del vínculo matrimonial para ayudar a las personas que se encuentran en situación matrimonial irregular. Pero de ese modo la verdad misma, aunque se la invoque con las palabras, tendería a ser vista desde una perspectiva instrumental que la adaptaría caso por caso a las diversas exigencias que se presentan.
Partiendo de la expresión “administración de la justicia”, quiero recordar que ante todo el ministerio del Tribunal es esencialmente obra de justicia: una virtud que consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que les es debido, cuyo valor humano y cristiano es sumamente importante redescubrir también dentro de la Iglesia. A veces se subestima el Derecho Canónico como si fuera un mero instrumento técnico al servicio de cualquier interés subjetivo, aun cuando no esté fundado en la verdad. En cambio es necesario que dicho Derecho se considere siempre en su relación esencial con la justicia, conscientes de que la actividad jurídica en la Iglesia tiene como fin la salvación de las almas y consiste en actualizar el orden querido por el mismo Cristo. Desde esta perspectiva se debe tener presente, sea cual sea la situación, que el proceso y la sentencia están unidos de un modo fundamental a la justicia y están a su servicio. El proceso y la sentencia tienen una gran relevancia tanto para las partes como para toda la comunidad eclesial y ello adquiere un valor del todo singular cuando se trata de pronunciarse sobre la nulidad de un matrimonio, que concierne directamente al bien humano y sobrenatural de los cónyuges, así como al bien público de la Iglesia.
Más allá de esta dimensión de la justicia que podríamos definir objetiva, existe otra, inseparable de ella, que concierne a los agentes del derecho, es decir, a los que la hacen posible. Quiero subrayar que estos deben caracterizarse por un alto ejercicio de las virtudes humanas y cristianas, especialmente de la prudencia y la justicia, pero también de la fortaleza. Esta última adquiere más relevancia cuando la injusticia parece el camino más fácil de seguir, en cuanto que implica condescender a los deseos y expectativas de las partes, o a los condicionamientos del ambiente social. En ese contexto, el juez que desea ser justo, tiene ante Dios y los hombres la grave responsabilidad de su función, que incluye también la debida tempestividad en cada fase del proceso. Todos aquellos que trabajan en el campo del Derecho, cada uno según su función propia, deben guiarse por la justicia. Pienso especialmente en los abogados, que no sólo deben examinar con la máxima atención la verdad de las pruebas, sino que también, en cuanto abogados de confianza, deben evitar cuidadosamente asumir el patrocinio de causas que, según su conciencia, no sean objetivamente defendibles.
Por otra parte, la acción de quien administra la justicia no puede prescindir de la caridad. El amor a Dios y al prójimo debe caracterizar todas sus actividades, incluso las más técnicas y burocráticas en apariencia. La medida de la caridad ayudará a no olvidar que nos encontramos siempre ante personas marcadas por problemas y sufrimientos. En consecuencia, el trato con las personas, si bien sigue una modalidad específica vinculada al proceso, debe servir en el caso concreto para facilitar a las partes con delicadeza y solicitud, el contacto con el tribunal competente. Al mismo tiempo es importante, siempre que se vea alguna esperanza de éxito, esforzarse por inducir a los cónyuges a convalidar su matrimonio y a restablecer la convivencia conyugal (cf. CDC 1676). Asimismo, hay que tratar de instaurar entre las partes un clima de disponibilidad humana y cristiana, fundada en la búsqueda de la verdad.
Sin embargo, es preciso reafirmar que toda obra de caridad auténtica comprende la referencia indispensable a la justicia, sobre todo en nuestro caso. La caridad sin justicia no es caridad, sino sólo una falsificación, porque la misma caridad requiere la objetividad típica de la justicia, que no hay que confundir con una frialdad inhumana. Hay que huir de las tentaciones pseudo-pastorales que sitúan las cuestiones en un plano meramente horizontal en el que lo que cuenta es satisfacer las peticiones subjetivas para obtener a toda costa la declaración de nulidad, a fin de poder superar los obstáculos para recibir los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía. En cambio, el bien altísimo de la readmisión a la Comunión Eucarística después de la reconciliación sacramental, exige que se considere el bien auténtico de las personas, inseparable de la verdad de su situación canónica. Sería un bien ficticio, y una falta grave de justicia y de amor, allanarles el camino hacia la recepción de los sacramentos con el peligro de hacer que vivan en contraste objetivo con la verdad de su condición personal.
Quisiera subrayar que tanto la justicia como la caridad postulan el amor a la verdad y conllevan esencialmente la búsqueda de la misma. De hecho la caridad hace que la referencia a la verdad sea todavía más exigente. «Sólo en la verdad resplandece la caridad y puede ser vivida. Sin verdad, la caridad cae en mero sentimentalismo. El amor se convierte en un envoltorio vacío que se rellena arbitrariamente. Este es el riesgo fatal del amor en una cultura sin verdad. Es presa fácil de las emociones y las opiniones contingentes de los sujetos, una palabra de la que se abusa y que se distorsiona, terminando por significar lo contrario» (C. in V. 3).
Es preciso tener presente que este vaciamiento no sólo puede llevarse a cabo en la actividad práctica del juzgar, sino también en los planteamientos teóricos, que tanto influyen después en los juicios concretos. El problema se plantea cuando se ofuscó en mayor o menor medida la esencia misma del matrimonio, arraigada en la naturaleza del hombre y de la mujer, que permite expresar juicios objetivos sobre cada matrimonio. En este sentido, la consideración existencial, personalista y relacional de la unión conyugal nunca puede ir en detrimento de la indisolubilidad, propiedad esencial que en el matrimonio cristiano alcanza, junto con la unidad, “una particular firmeza por razón del sacramento” (cf. CDC 1056). Tampoco hay que olvidar que el matrimonio “goza del favor del derecho”. Por lo tanto, en caso de duda, se ha de considerar válido mientras no se pruebe lo contrario (CDC 1060). De otro modo se corre el grave riesgo de quedarse sin un punto de referencia objetivo para pronunciarse sobre la nulidad, transformando así cualquier dificultad conyugal en un síntoma de fallida realización de una unión cuyo núcleo esencial de justicia ‒el vínculo indisoluble‒ de hecho se niega.

Benedicto XVI
Discurso al tribunal de la Rota Romana, el 29 de enero de 2010 [L’Oss. 29/1/10].


viernes, 6 de junio de 2014

Sociedad...Anónima

A propósito de un excelente post de la Liga Distributista




- Es curioso. Si un hombre tiene una pequeña propiedad, esa propiedad se transforma en él, en una parte de él, y es como él. Si es dueño de una propiedad, aunque solo sea para poder andar por ella, trabajarla, apenarse cuando no marcha bien y estar contento cuando la lluvia caiga sobre ella, esa propiedad es él y, de alguna manera, él es más grande porque la posee. Incluso si las cosas no le van bien él tiene la grandeza que le da su propiedad. Es así.
Y siguió cavilando.
- Pero cuando un hombre tiene una propiedad que no ve, que no puede tocar con los dedos porque le falta tiempo, ni pisar porque no está allí, entonces la propiedad es el hombre. El no puede hacer ni pensar lo que desea. La propiedad se apodera del hombre por ser más fuerte que él. Y él ya no es grande, sino pequeño. Tan solo sus propiedades son grandes y él se convierte en el servidor de su propiedad. Esto es lo cierto también.
(...)
-Levanté esta casa con mis propias manos. Enderecé clavos viejos para colocar el revestimiento. ...Es mía, yo la construí. Atrévete a chocar contra ella, yo estaré en la ventana con el rifle. Que se te ocurra acercarte de más y te dejo seco como a un conejo.
- No soy yo. Yo no puedo hacer nada. Pierdo el empleo si no sigo órdenes. Y, mire, suponga que me mata, simplemente a usted lo cuelgan, pero mucho antes de que lo cuelguen habrá otro tipo en el tractor y él echará abajo la casa. Comete un error si me mata a mí.
- Eso es verdad -dijo el campesino- ¿quién te ha dado las órdenes? Iré por él. Ese es al que debo matar.
- Se equivoca. El banco le dió la orden a él. El banco le dijo: o quitas a esta gente de en medio o te quedas sin empleo.
- Bueno, en el banco hay un presidente, están los que componen la Junta directiva. Cargaré el peine del rifle e iré al banco.
El conductor arguyó:
- Un tipo me dijo que el banco recibe órdenes del Este, del gobierno. Las órdenes eran: o consigues que la tierra rinda beneficios o tendrás que cerrar.
- Pero ¿hasta dónde llega? ¿A quién le podemos disparar?. A este paso me muero antes de poder matar al que me está matando a mí de hambre.
- No sé. Quizás no hay nadie a quien disparar. A lo mejor no se trata en absoluto de hombres...

De Las Viñas de la Ira, de John Steinbeck


martes, 3 de junio de 2014

Todo lo que era impensable...

De Infovaticana

Un sacerdote jesuíta y un profesor de la Universidad Pontificia Comillas piden que se permita matar al feto con malformaciones graves

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Carlos Alonso Bedate es sacerdote jesuíta

Carlos Alonso Bedate y Federico de Montalvo Jääskeläinen piden, en su voto particular del comité de bioética, que se permita el feticidio en caso de graves malformaciones.
Carlos Alonso Bedate S.J, además de sacerdote es especialista en Biología Molecular y Genética, Profesor de Investigación del C.S.I.C. y Vicepresidente del Comité de Bioética de España.
Federico de Montalvo es abogado especialista en derecho sanitario y, desde 1997, profesor adjunto de la Universidad Pontificia de Comillas, en Madrid. Desde 2012 de Montalvo es además miembro del comité de bioética, y ha sido precisamente en el informe del citado comité en el que han introducido su voto particular.
El voto, que se puede leer aquípide que se evite la criminalización de los médicos, que se limite la objeción de conciencia de los facultativos, y que se permita asesinar a fetos con malformaciones graves, entre otras medidas.
Aunque insisten varias veces a lo largo del voto particular en su afán de proteger al nasciturus, lo cierto es que en lo que se refiere a los supuestos de “despenalización” del aborto, el profesor de Comillas y el sacerdote jesuíta piden un tercero, que recogería el riesgo para la integridad psíquica de la madre:
“La realidad social quedaría atendida a través de la inclusión de esta tercera indicación -por grave riesgo a la integridad psíquica o moral de la mujer embarazada- en la que se podrían incluir tanto la interrupción por causa embriopática, es decir, cuando durante el embarazo se diagnostica una anomalía o malformación fetal incompatible con la vida o extremadamente grave e incurable, como el supuesto de interrupción por suponer la continuación del embarazo un conflicto personal de gravedad para la  mujer. En el primer caso, en términos similares a los que recoge el Anteproyecto, el elemento justificador del aborto no sería la propia malformación o discapacidad del feto, sino la afectación que a la integridad moral de los padres podría suponer el de un hijo en tales condiciones. No hay un desvalor de la vida del feto con malformación o discapacidad, sino una valoración preferente, en cada caso concreto, de la integridad moral de los padres
En opinión de Alonso Bedate y De Montalvo, terminar con el aborto en el corto plazo no es posible, y la única vía es el largo plazo, para lo que proponen la figura del Asesoramiento previo: “la fórmula del asesoramiento previo debe cumplir un papel sustancial que, si bien es difícil que logre acabar con tal práctica, sí al menos mitigue su incidencia. Cualquier otro camino, sobre todo si desatiende la realidad social, está llamado necesariamente al fracaso, en nuestra opinión.”
Respecto a la criminalización de los médicos, el sacerdote y el profesor de Universidad Pontificia expresan en su voto particular: “Creemos que la protección del nasciturus contra la embarazada acaba produciéndose cuando, declarándose el acto ilícito pero no punible para la mujer, sí lo es para el médico, elemento indispensable para que la mujer pueda acceder a la interrupción como medio adecuado para resolver el conflicto moral. Ello puede acabar provocando situaciones de discriminación, temor e inseguridad no sólo para la embarazada sino también para los profesionales sanitarios.”
Sobre la objeción de conciencia de los facultativos sanitarios, el voto aboga por una limitación de este derecho, para evitar abusos: “Conviene reiterar, pues, que el derecho a la objeción de conciencia no es absoluto, sino que posee las lógicas limitaciones en cuanto choca con otros bienes o derechos protegidos -como el derecho de los  ciudadanos a las prestaciones sanitarias validadas e incluidas en la cartera de servicios- y que pueden ser dañados con la actitud del objetor. Por eso habrá que ponderar y equilibrar los intereses en conflicto, establecer el contenido de cada derecho y los límites a su ejercicio.”
En suma, aun compartiendo la interpretación que la mayoría efectúa en cuanto al deber de información del médico, consideramos conveniente que en la futura ley se expresen con claridad los términos y el alcance de dicha información, a fin de evitar  interpretaciones contradictorias al amparo de una presunta ambigüedad de la norma. Por eso mismo, el reconocimiento de la objeción no ampararía el deber básico del profesional sanitario de informar acerca de cómo y dónde debe dirigirse la mujer para poder ver resuelto su conflicto de valores y, si cabe, acceder a la prestación de un servicio en los términos previstos por la Ley”.
Carlos Alonso Bedate fue criticado por su voto en 2009, cuando Bibiana Aído aprobó su ley del aborto. Por entonces, Alonso Bedate escribió:
“Ante la extrañeza que ha suscitado en algunos medios mi participación y firma en la Opinión sobre el Proyecto de Ley del aborto, quiero dejar clara mi posición para evitar malentendidos. Considero éticamente inaceptable cualquier norma que acepte la práctica de aborto, ya sea bajo el régimen de indicaciones o de plazos, y por tanto considero éticamente inaceptable el reciente Proyecto de Ley objeto de la Opinión del Comité. Ya desde el comienzo de la vida embrionaria la vida del no nacido es una realidad humana independiente de la madre, que debe respetarse y protegerse. Así mismo, considero que el aborto no puede ser considerado desde ningún punto de vista como un derecho.”
La Iglesia ya ha tenido que intervenir antes ante los desmanes doctrinales de la Universidad Pontificia de Comillas, como cuando cesó, en 2006, al titular de la cátedra de bioética, Juan Masiá, por sus posiciones contrarias a las de la Iglesia en relación con el aborto y el derecho a la vida.
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Federico de Montalvo es profesor de la Universidad de los Jesuítas en Madrid

Comentario: No hay mucho para decir. Pero estamos viendo cosas que jamás pensamos que serían posibles, aunque estuvieran profetizadas.
Gente, ¡A rezar con ganas!



Un sacerdote jesuíta y un profesor de la Universidad Pontificia Comillas piden que se permita matar al feto con malformaciones graves

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Carlos Alonso Bedate es sacerdote jesuíta

Carlos Alonso Bedate y Federico de Montalvo Jääskeläinen piden, en su voto particular del comité de bioética, que se permita el feticidio en caso de graves malformaciones.
Carlos Alonso Bedate S.J, además de sacerdote es especialista en Biología Molecular y Genética, Profesor de Investigación del C.S.I.C. y Vicepresidente del Comité de Bioética de España.
Federico de Montalvo es abogado especialista en derecho sanitario y, desde 1997, profesor adjunto de la Universidad Pontificia de Comillas, en Madrid. Desde 2012 de Montalvo es además miembro del comité de bioética, y ha sido precisamente en el informe del citado comité en el que han introducido su voto particular.
El voto, que se puede leer aquípide que se evite la criminalización de los médicos, que se limite la objeción de conciencia de los facultativos, y que se permita asesinar a fetos con malformaciones graves, entre otras medidas.
Aunque insisten varias veces a lo largo del voto particular en su afán de proteger al nasciturus, lo cierto es que en lo que se refiere a los supuestos de “despenalización” del aborto, el profesor de Comillas y el sacerdote jesuíta piden un tercero, que recogería el riesgo para la integridad psíquica de la madre:
“La realidad social quedaría atendida a través de la inclusión de esta tercera indicación -por grave riesgo a la integridad psíquica o moral de la mujer embarazada- en la que se podrían incluir tanto la interrupción por causa embriopática, es decir, cuando durante el embarazo se diagnostica una anomalía o malformación fetal incompatible con la vida o extremadamente grave e incurable, como el supuesto de interrupción por suponer la continuación del embarazo un conflicto personal de gravedad para la  mujer. En el primer caso, en términos similares a los que recoge el Anteproyecto, el elemento justificador del aborto no sería la propia malformación o discapacidad del feto, sino la afectación que a la integridad moral de los padres podría suponer el de un hijo en tales condiciones. No hay un desvalor de la vida del feto con malformación o discapacidad, sino una valoración preferente, en cada caso concreto, de la integridad moral de los padres
En opinión de Alonso Bedate y De Montalvo, terminar con el aborto en el corto plazo no es posible, y la única vía es el largo plazo, para lo que proponen la figura del Asesoramiento previo: “la fórmula del asesoramiento previo debe cumplir un papel sustancial que, si bien es difícil que logre acabar con tal práctica, sí al menos mitigue su incidencia. Cualquier otro camino, sobre todo si desatiende la realidad social, está llamado necesariamente al fracaso, en nuestra opinión.”
Respecto a la criminalización de los médicos, el sacerdote y el profesor de Universidad Pontificia expresan en su voto particular: “Creemos que la protección del nasciturus contra la embarazada acaba produciéndose cuando, declarándose el acto ilícito pero no punible para la mujer, sí lo es para el médico, elemento indispensable para que la mujer pueda acceder a la interrupción como medio adecuado para resolver el conflicto moral. Ello puede acabar provocando situaciones de discriminación, temor e inseguridad no sólo para la embarazada sino también para los profesionales sanitarios.”
Sobre la objeción de conciencia de los facultativos sanitarios, el voto aboga por una limitación de este derecho, para evitar abusos: “Conviene reiterar, pues, que el derecho a la objeción de conciencia no es absoluto, sino que posee las lógicas limitaciones en cuanto choca con otros bienes o derechos protegidos -como el derecho de los  ciudadanos a las prestaciones sanitarias validadas e incluidas en la cartera de servicios- y que pueden ser dañados con la actitud del objetor. Por eso habrá que ponderar y equilibrar los intereses en conflicto, establecer el contenido de cada derecho y los límites a su ejercicio.”
En suma, aun compartiendo la interpretación que la mayoría efectúa en cuanto al deber de información del médico, consideramos conveniente que en la futura ley se expresen con claridad los términos y el alcance de dicha información, a fin de evitar  interpretaciones contradictorias al amparo de una presunta ambigüedad de la norma. Por eso mismo, el reconocimiento de la objeción no ampararía el deber básico del profesional sanitario de informar acerca de cómo y dónde debe dirigirse la mujer para poder ver resuelto su conflicto de valores y, si cabe, acceder a la prestación de un servicio en los términos previstos por la Ley”.
Carlos Alonso Bedate fue criticado por su voto en 2009, cuando Bibiana Aído aprobó su ley del aborto. Por entonces, Alonso Bedate escribió:
“Ante la extrañeza que ha suscitado en algunos medios mi participación y firma en la Opinión sobre el Proyecto de Ley del aborto, quiero dejar clara mi posición para evitar malentendidos. Considero éticamente inaceptable cualquier norma que acepte la práctica de aborto, ya sea bajo el régimen de indicaciones o de plazos, y por tanto considero éticamente inaceptable el reciente Proyecto de Ley objeto de la Opinión del Comité. Ya desde el comienzo de la vida embrionaria la vida del no nacido es una realidad humana independiente de la madre, que debe respetarse y protegerse. Así mismo, considero que el aborto no puede ser considerado desde ningún punto de vista como un derecho.”
La Iglesia ya ha tenido que intervenir antes ante los desmanes doctrinales de la Universidad Pontificia de Comillas, como cuando cesó, en 2006, al titular de la cátedra de bioética, Juan Masiá, por sus posiciones contrarias a las de la Iglesia en relación con el aborto y el derecho a la vida.
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Federico de Montalvo es profesor de la Universidad de los Jesuítas en Madrid

lunes, 2 de junio de 2014

Dos palabras sobre las abdicaciones

De Don Terzio, en Ex Orbe

Se muere, pero no se abdica


Una abdicación lleva implícito un fracaso, sea personal, sea coyuntural. Las explicaciones huelgan; primeramente porque un Rey no se explica, segundo porque explicar derrotas y/o rendiciones es un ejercicio de patética esencia que es de buen gusto evitar pro bono generale, para no infundir en el ambiente la siempre muy molesta vergüenza ajena.

Un Rey se muere siendo rey en su lecho mortuorio, o batalleando espada en mano, o en un magnicidio bañado en sangre regia, o en un patíbulo, con inmensa dignidad, frente al populacho indigno y abyecto.

Morirse abdicado es, para un Rey, morir sin ocaso de gloria, la última gloria de un Rey.

Ahora, además, no es tiempo de abdicar, no son fechas, no es el momento. Los antiguos reyes consultaban los horóscopos, que algo tendrán que ver o que decir los astros de las mecidas y vaivenes del péndulo de la Historia. Pero, incluso sin cartas astrales, parece obvio que Junio del 2014 no es el momento para meterse en abdicaciones y todo lo que sigue. A no ser que se sepa que los meses siguientes van a ser todavía peores, que entonces sí que cabría cierta razón (sin decir con esto que sea bueno abdicar).

Los derrumbes comienzan, muchas veces, así, con un movimiento que precipita un mundo que se viene abajo incontinente. Como cuando cae una torre, como cuando detonan un edificio. Lo que queda luego, cuando se disipa la nube cegadora de polvo, es un desolador vacío con peana informe de cascotes y deshechos.

El Señor nos libre, pero conste que los siniestros zapan y minan porque profesan el odio ncestral al trono y el altar.

Algunos estúpidos católicos no saben valorar lo que de trono y altar nos queda, necios que rezan sin sentir el 'adveniat Regnum Tuum'.

Aunque la ocasión no provoque al fin otro desgraciado hiato monárquico-español -¡Dios nos libre!- , aprovecho, no obstante, para clavar un par de rejones a quien le duela, a todos los que les duela:

¡Reviente la España republicana!!!...y se hundan con ella todos los perros republicanos, todos.

Y es que, como recordamos de vez en cuando en ExOrbe, en esta casa somos monárquicos axiales, católicos conscientes, no pazguatos, críticos hasta con el Santo Rey David, si se tercia, pero fervientes siempre, siempre leales al Altar y el Trono.

Vivat Regnum !!  Vivat Rex !!



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Hubiéramos querido decir algo, pero ese algo era exactamente lo de arriba. 
Ese Borbón se creyó que su nombre era suyo, soñó que era el ciudadano Borbón. Y ahí tiene: tiene su jubilación, destino de ciudadano.