Un artículo del diario alemán Die Zeit, cuya traducción al inglés fue levantada por Vox Cantoris
Rebelión contra Francisco
Miembros de alto rango del clero en el Vaticano se están rebelando en contra de las recientes decisiones de Francisco respecto a las nulidades matrimoniales . Lo acusan de renunciar a un dogma importante.
por Julius Müller-Meiningen
Ya han tenido suficiente. Dentro de tres semanas, los obispos
católicos del mundo se reunirán en sínodo para deliberar sobre el curso futuro
de su iglesia. En Roma, el clero se encontrará con un aparato que está
totalmente en contra del Papa, definitivamente. En los pasillos de la curia
circula un expediente que ha sido puesto a disposición de El Cristiano y el Mundo del DIE ZEIT [el suplemento semanal
incluido en ZEIT], que enumera de forma sistemática los supuestos pecados del
Papa. "Francisco se ha quitado la
máscara", alega un clérigo de alto rango del Vaticano.
El detonante de lo que se podría caracterizar como los preparativos para una
resistencia organizada contra Francisco fue el reciente decreto del argentino
de 78 años. Con el documento publicado el martes pasado [septiembre 8], que
permite anulaciones matrimoniales más simples y más rápidas ha puesto a la
Iglesia ante un fait accompli. Mitis
Iudex Dominus es el título del edicto, que se supone es en referencia a Jesús,
el Juez manso. Pero dentro de la curia la mansedumbre que Francisco quiere
mostrar a los fieles que se encuentran en conflicto con las normas
eclesiásticas, está fuera de la cuestión. Un número de monseñores que están
oficialmente encargado de dirigir los asuntos de la iglesia en general, están fuera
de sí.
Esto se manifiesta en un expediente incisivamente redactado
que recientemente se ha difundido por las oficinas más importantes del
Vaticano, incluyendo la Congregación para la Doctrina de la Fe y de la
Secretaría de Estado. En ella, el decreto para la simplificación de las
nulidades matrimoniales es destrozado jurídicamente. Las principales
acusaciones contra Francisco son haber pasado por alto los comités que se encargan de este asunto que
es de una importancia fundamental para la iglesia, y el haber introducido de
facto el "divorcio católico". El informe, que tiene varias páginas,
habla de una "inquietante evolución" y sostiene que Francisco puenteó el proceso regular para cambiar
la legislación de la Iglesia universal. La mayor parte de las garantías que se
encuentran en los procedimientos de anulación matrimonial fueron
deliberadamente "eliminados", afirma el informe.
La importancia del matrimonio, especialmente la cuestión de los cónyuges divorciados que se casan otra vez
[sic], está en el epicentro del debate sobre la futura dirección de la iglesia.
La indisolubilidad del matrimonio es el dogma al que adhieren los conservadores.
"El divorcio à la católica",
habilitado por el Papa, significaría el peor de los casos posibles para los
guardianes [sic] de la doctrina como el Prefecto alemán de la Congregación para la Doctrina de la Fe,
el cardenal Gerhard Ludwig Müller. En su escritorio, también se encuentra el
proyecto no oficial de acusación contra Francisco. Muller y sus amigos, que se
extienden a lo largo de la curia, temen que todo el edificio se derrumbará si
se elimina uno de sus fundamentos. En su opinión, se trata de una cuestión que
toca a la propia continuidad de la verdadera Iglesia Católica.
La introducción de un proceso rápido para discernir la
nulidad de los matrimonios bajo la supervisión del obispo [local] es de
particular interés para los críticos del Papa. Desde su punto de vista, una
gran cantidad de problemas teológicos fueron ignorados por Francisco. Así, en
el decreto se encuentran varias razones extremadamente vagas que son
suficientes para conseguir la substanciación de un juicio rápido, empezando por
"falta de fe", seguida por otros motivos que no están claramente
definidos. Si, como se teme por los opositores del Papa, esto diera lugar a una
avalancha de anulaciones, el problema de la admisión de los divorciados vueltos
a casar que ha afectado mucho a la iglesia sería prácticamente eliminado. A
partir de ahora serían capaces de ,simplemente, salir de su matrimonio católico,
supuestamente contraído a perpetuidad, sin ningún problema. Por decreto papal.
El sínodo, que comenzará 04 de octubre corre, entonces, el
peligro de ser convertido en un tiovivo de debates. El Papa - tal es el tenor –
hace sus decisiones de acuerdo a su propio placer de todos modos. De acuerdo
con este documento, de siete páginas, el Papa no siguió el proceso regular para
cambiar la ley. Las conferencias episcopales, así como todas las oficinas de la curia
fueron anuladas, incluyendo a los propios canonistas del Vaticano.
Una comisión convocada por el Papa recibió la orden de
guardar silencio y, en silencio, redactó la [nueva] legislación. De lo
contrario, presumiblemente, habría sido aplastada e impedida por el aparato
curial. Aunque en el sínodo del otoño pasado hubo fuertes protestas en contra
de la idea de un proceso rápido para determinar la nulidad de los matrimonios
bajo la supervisión de los obispos [locales], la cuestión es ahora, una parte de la ley de la iglesia - incluso antes de que el sínodo
pudiera tomar cartas en el asunto una vez más.
¿Quiere el Papa imponer su curso de acción largamente
predeterminado con todas sus fuerzas? En las oficinas más importantes de la
curia, las dudas se han vuelto certezas. Muchos de los fieles, sin embargo, estarán felices.
Trad. del inglés: J.-
No hay comentarios :
Publicar un comentario
comentarios